Durante siglos, Óbidos formó parte del dote regalado a las reinas de Portugal, y no es difícil entender por qué. Óbidos es en lo alto de una colina, esta villa medieval amurallada ofrece vistas de cuento, una historia rica y un encanto que conquista a todos los visitantes. Al recorrer sus calles adoquinadas, se pasa bajo una imponente puerta de piedra y se entra en un mundo donde la tradición sigue viva. Casas encaladas con detalles coloridos, balcones floridos y callejuelas escondidas convierten cada rincón en una nueva sorpresa.
Pero Óbidos no es solo un lugar del pasado: está lleno de vida. Las pequeñas tiendas exhiben artesanía local, mientras los cafés acogedores sirven dulces tradicionales y la famosa ginginha, un licor de cereza que a menudo se toma en una taza de chocolate. Tanto si la visita es en primavera, durante el Festival Literario. Como en Navidad, cuando el pueblo se transforma en un auténtico paraíso invernal, la magia de Óbidos permanece intacta.
Además, las vistas desde las murallas del castillo son simplemente inolvidables. Desde allí se puede contemplar el paisaje ondulado de la región Oeste y sentir la tranquilidad del campo portugués. Óbidos no es solo un destino: es una experiencia que deja huella.
Óbidos es un lugar muy rico en cultura y existen varios lugares a visitar en esta pequeña ciudad. Venga a conocerlos:
Uno de los primeros lugares a ser conquistado por D. Afonso Henriques, fue reconstruído durante los siglos XII y XIV.
Esta entrada de la ciudad es conocida por su balcón, oratorio y azulejo.
Esta es la calle principal de Óbidos donde se puede mirar varias características de su arquitectura medieval.
Reconstruida en el siglo XVI, tiene un interior admirable, con pinturas de la grande artista local del siglo XVII, conocida como Josefa de Óbidos.
Con 3 km, su construcción fue ordenada por D. Catarina de Aústria, casada con Dom João III, durante el siglo XVI.
Uno de los vestigios de la comunidad judaica que remonta al siglo XII, aquí podemos mirar el edificio donde se piensa que la sinagoga tendrá existido.
El lugar donde se exhibe el talento de Abílio de Mattos e Silva, un pintor, escenógrafo y diseñador de vestuario, enamorado por la ciudad.
Óbidos es un lugar animado y lleno de actividades durante todo el año. Descubra lo que puede hacer aquí:
There are numerous bars around the village with a welcoming environment where you can enjoy a famous 'ginginha' in a chocolate cup in an intimate room with a soft light.
Es posible recorrer las murallas de la ciudad y es una forma única de mirar Óbidos y el paisaje envolvente.
Un ambiente maravilloso para los niños, donde pueden participar en entretenidas actividades de invierno y Navidad.
Un evento internacional muy popular donde se puede probar, explorar y mirar los trabajos de Mestres del chocolate.
El pasado de Óbidos culmina en el mercado lleno de actividades, danzas, comida y bebida que aseguran la diversión de los visitantes.
En esta ciudad llena de historia, el festival de ópera presenta una oportunidad maravillosa a los más sedientos de cultura.
En Óbidos existe muy a elegir para su comida, siempre teniendo la ‘ginjinha’ como reina de las bebidas locales. Sepa lo que probar:
Este dulce licor de cerezas acidas es un símbolo de Óbidos y particularmente sabroso cuando bebido en un vaso de chocolate comestible.
Un dulce típico de ciudad vecina, cubierto con almíbar y cocido en horno de leña.
Esta pera es la fruta icónica del oeste de Portugal. No se olvide de probar esta pera única.
Pruebe este cocido de pescado típico hecho con pescado del Lago de Óbidos.
Plato tradicional hecho de anguillas del Lago de Óbidos y otros ingredientes servidos en pan cocido en horno de leña.
Óbidos está ubicado en una zona privilegiada de Portugal, muy cerca de otros lugares a visitar. Descúbralos.