La villa de Marvão es un lugar suspendido en el tiempo. Altamente pintoresca, esta pequeña joya es uno de los secretos mejor guardados de Portugal, un sueño medieval esculpido en piedra.
En el centro de la villa se alza el castillo de Marvão, destacándose con imponencia en lo alto de la sierra. Es uno de los castillos más bonitos y mejor conservados de Portugal. Desde sus antiguas murallas, se divisan colinas ondulantes, olivares y, a lo lejos, la frontera con España. Sin embargo, Marvão ofrece mucho más que vistas impresionantes. Sus calles estrechas, casas encaladas y ambiente tranquilo invitan a tomarse el tiempo con calma. Cada rincón guarda historias de caballeros, reyes y tiempos pasados. Al atravesar las puertas de la villa, se siente como si se entrara en otro mundo.
Aun así, esta localidad sigue siendo un lugar cálido y acogedor. Las tradiciones locales siguen vivas, desde la sabrosa cocina alentejana hasta la artesanía hecha a mano que se encuentra en pequeñas tiendas familiares.
Mire los lugares más hermosos de este pueblo tan pintoresco. Sepa lo que visitar:
Remonta a lo siglo XII. Es admirado por su localización en la cumbre de una colina y por su paisaje maravillo
Interesante construcción religiosa del año 1448. Presuntamente origina de una aparición de la Virgen.
Es posible que tenga origen Romana y que los materiales del puente anterior tengan sido utilizados en esta construcción.
En el corazón del Parque Natural podemos encontrar vestigios de la ciudad Romana de Ammaia, con gran interés arqueológico.
Aproveche su visita a Marvão. Mire lo que hacer:
Marvão tiene varios monumentos megalíticos. Certifíquese que visita los menhires y dólmenes regionales.
El panorama estupendo del castillo es el lugar perfecto para mirar la puesta del sol.
Conozca la belleza de Alentejo y el Parque Natural Serra de São Mamede con un paseo a caballo.
Se destaca la importancia del castaño con las cestas de madera y los bordados de cáscara de castaña.
Pruebe la gastronomía deliciosa. Sepa lo que probar:
Los sabores del ajo y del cazón se mezclan en este sabroso plato tradicional.
Un pastel regional tradicional, es amasado con las manos y decorado con una almendra.
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